Y por fin el 4 Esquinas fue el 4 Esquinas

El 4 Esquinas se reencontró a si mismo, sin más. El 'Puentes Team' recuperó su mejor versión el día indicado pisoteando las dudas y dándose un homenaje a costa del Siesomepaso, que fue víctima del enfado naranja. El 4 Esquinas jugó al fútbol como casi siempre y añadió cinco goles a su poema con el balón en los pies.

El Pabellón de Elviña regresó a la rutina de la excelencia. El 4 Esquinas le recordó a algunos que el fútbol no desaparece de un día para otro, sobre todo atendiendo a la magia que lleva este equipo en los genes. El conjunto de Puentes había escondido sus virtudes en jornadas anteriores. El Siesomepaso le puede decir al mundo en primera persona que el 4 Esquinas no se ha ido ni ha desaparecido. Que sea humano, como todos, no significa que no sea uno de los mejores equipos del momento. Tiene defectos, pero mínimos.

El Siesomepaso tenía claras las cosas, se aprendió la lección, pero el 4 Esquinas se encargó de demostrar que para aprobar el examen la teoría no es suficiente. De nada vale la memoria. El Siesomepaso se colocó firme en su campo soñando con el robo. El 4 Esquinas le demostró que la vida suele ser sueño si juegas en el Pabellón de Elviña. El partido estaba solucionado al descanso con un contundente 3-0.

Nano acaparará portadas. Se trata de un futbolista más importante y trascendente de lo que dicen las crónicas y muestran las cámaras y que prácticamente participó en todos los goles del 4 Esquinas, además de materializar 2 de ellos. En ambos, apareció por sorpresa entre la maleza, especialidad del susodicho. Puentes lo adora por muchos motivos, y Puentes, algo sabe de fútbol. Nano abrió el marcador con su magistral zurda. Así se explica el primero de la noche y el inicio de las pesadillas para los de rosa, que tuvieron la culpa de estar en el peor lugar posible a la peor hora posible. El 4 Esquinas estaba furioso.

El partido fue de Pablo, responsable de todo lo que pasó en la película del Pabellón de Elviña, en la que también tuvo un papel estelar Chus, que todo lo hizo bien. Marcó un gol para su cuenta, haciendo gala de su pillería y demostrando que es un depredador del área.

La segunda mitad le sirvió al 4 Esquinas para aumentar la cuenta y prolongar su noche de recuperación. Al final un 5-1 en el marcador, y la sensación de que poco a poco se va encontrando el camino hacia la gloria.